Estructura blog

¿Cuál es la estructura más efectiva para los artículos de tu blog?

5 abril 2017

Si tienes un blog, te interesa lo que te vamos a contar. Poco importa que sea de tu negocio, o de carácter personal. De la misma manera que hay temas más interesantes que otros, hay estructuras para los artículos que tienen una mayor efectividad que otras. Y hoy vamos a explicarte cómo funcionan.

En el marketing de contenidos se insiste mucho en la idea de crear un texto que aporte valor e información a quien lo esté leyendo. Y es una recomendación muy útil que debemos de tener siempre presente. Sin embargo, algo sobre lo que no nos hablan tanto es sobre cómo debe presentarse ese contenido. Es decir: cuál es la estructura que mejora la lectura del texto y le otorga una mayor efectividad.

Las principales partes del artículo de un blog

Lo primero de todo es resumir brevemente aquello de lo que vas a hablar. Contar en apenas cuatro o cinco líneas cual va a ser el contenido de tu post, a quién va dirigido y por qué puede interesarles. Es una manera clara y sencilla de segmentar tu audiencia para captar la atención de los que realmente son tu público objetivo.

Luego viene una introducción. En apenas uno o dos párrafos tienes que ser capaz de desarrollar un motivo que explique por qué has elegido hablar de ese contenido. Lo que se busca aquí es diferenciar tu texto de otros más similares que puede haber por Internet, y darle un sentido. Es como una manera de justificar por qué estás escribiendo.

Seguidamente viene el cuerpo del texto. Aquí conviene trabajar de una forma algo más distante y más profesional. Es donde se va a encontrar toda la información relevante de tu post. Tienes que presentarla de manera ordenada y bien guiada. Estructurada en diferentes párrafos y con frases no demasiado largas. Para que todo el mundo pueda seguir con calma tu contenido.

Ya solo te falta una conclusión o un cierre. Este depende de lo que hayas estado hablando a lo largo del post. Si pretendías demostrar una teoría o una postura, explica de nuevo el argumento más fuerte. Si, por el contrario, buscabas ofrecer información de interés, limítate a resumirla brevemente o a apelar al lector.

Los rasgos del buen contenido

Cada parte de la estructura te abre una puerta para desarrollar un contenido con diferentes matices. La introducción, por ejemplo, es una buena manera de utilizar experiencias personales. Algo que siempre capta la atención del lector. El cuerpo del texto exige un buen trabajo de documentación. Te obliga a recopilar una buena cantidad de información. Y, finalmente, la conclusión o incluso el resumen de inicio son espacios para que te involucres y tomes una postura fuerte.

Te invitamos a probar nuestros consejos y a contarnos qué tal te han funcionado. ¿Cuándo empiezas?

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Esta entrada fue escrita porAvanza Comunicación

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